
Riviera Maya Jazz Festival 2017
Ni las intensas lluvias de aquel fin de semana lograron impedir que se llevara a cabo otra edición del festival, la cual rindió tributo a nuestro querido amigo y director artístico del Riviera Maya Jazz Festival (2004-2017), Fernando Toussaint.
Reuniendo a grandes jazzistas en un solo recinto, bajo un gran cielo estrellado, Cecilia Toussaint, amigos de Fernando Toussaint, y Señor Vitalis —este último conformado por integrantes que habían participado en diversos proyectos con Fernando (entre ellos Aguamala) — fueron los encargados de rendir tributo a Fernando. Increíbles saxofones y vibrantes sinfonías lograron animar de inmediato a los amantes del jazz que se encontraban ahí celebrando no solo lo mejor de la música, sino también la visión y el amor que Fernando le tenía al jazz.
El cierre de la noche estuvo a cargo de Illya Kuryaki & The Valderramas, un dúo al que Fernando tenía muchas ganas de traer al festival.
Una decisión que sin duda fue acertada de acuerdo a la reacción del público, ya que la mayoría de los asistentes se encontraban bailando con su música que combina hip-hop, funk, soul y rap.
La segunda noche contó con las participaciones de Steffie Belt, (su gran debut en este festival y la artista más joven en pisar este escenario) además de John McLaughlin y Jimmy Herring con su tour mundial “The Meeting of the Spirits”. Este concierto fue de gran importancia para John, ya que fue parte de su despedida de los escenarios.
Memo Ruíz llegó al escenario del RMJF acompañado de su Big Band Bolero Jazz, quienes nos deleitaron con su fusión de jazz combinado con bolero cubano; Con vibrantes ritmos a cargo de la trompeta y el sax, Wallace Roney maravilló a todos. Luego la presentación de dos grandes del jazz: Chick Corea y Belá Fleck, ganadores de 25 y 14 Grammy´s respectivamente. El escenario fue solo para ellos, Chick en el piano y Belá Fleck con su banjo, hasta que para el gran cierre se les unió el talentoso Bobby McFerrin (otros 10 Grammy’s presentes en el escenario). Improvisación, gritos, aplausos y la ovación de pie del público fueron el marco perfecto para despedir la edición 15 de uno de los diez mejores festivales del mundo.